Estrés en el lugar de trabajo. Temas y administración

Este es un capítulo de la duodécima edición del libro "Organizaciones: Comportamiento, estructura, procesos", escrito originariamente en 1984, pero actualizado en esta edición en el año 2003, que se basa en la creencia de que los administradores más exitosos en la economía global serán aquellos que puedan anticiparse, adaptarse y manejar el cambio. Con esto en mente, los autores Gibson, Ivancevich, Donnelly y Konopaske proporcionan a los estudiantes una sólida comprensión de la teoría, la investigación y la práctica a fin de que puedan manejar eficazmente el comportamiento organizacional en un entorno siempre cambiante. El capítulo que referenciamos en este caso, “Estrés en el lugar de trabajo. Temas y administración”, analiza y describe el estrés desde una perspectiva organizacional y administrativa como uno de los mayores problemas a los cuales están enfrentados los individuos dentro del lugar de trabajo.

El libro da una definición del estrés la cual dice que el estrés puede ser visto como un estímulo o como una respuesta, aunque en nuestra vida diaria, considero que la vemos más como una respuesta que está moderada por las diferencias individuales; es decir, una consecuencia de cualquier acción, situación o evento que impone demandas especiales en una persona.

Teniendo en cuenta esto, los autores proponen un modelo de estrés organizacional que está diseñado para ayudar a ilustrar el vínculo entre los factores de estrés, el estrés y los resultados organizacionales. Los factores de estrés son las acciones, situaciones o eventos que colocan demandas especiales en una persona. Estos factores pueden ser el ambiente laboral (radiación, temperatura), los factores de estrés individuales (sobrecarga de trabajo, cambio) y los factores de estrés de grupo y organizacionales (cultura, relaciones interpersonales, recortes).

Mientras que algunas consecuencias del estrés son positivas, muchas son disfuncionales. Las consecuencias individuales negativas incluyen estar propensos a sufrir accidentes, mala concentración, abuso de drogas y alcohol, y agotamiento. Las consecuencias organizacionales pueden incluir ausentismo, rotación, costos de salud y médicos, así como disminuciones cuantitativas y cualitativas de la productividad.

A manera de conclusión del capítulo, se proponen unas estrategias de prevención y manejo del estrés, entre las que se incluyen maximizar la concordancia de persona-ambiente, realizar programas organizacionales tales como asistencia y bienestar de empleados e implementar métodos individuales como técnicas cognitivas, capacitación de relajación, meditación y biorretroalimentación. Aunque no hay una estrategia “mejor” para manejar el estrés y prevenir el agotamiento, existen pasos proactivos específicos que las organizaciones pueden tomar. Establecer la salud y bienestar como metas estratégicas importantes es el primer paso proactivo recomendado.

Con todo esto, los autores hacen un esbozo muy conciso, con ejemplos y definiciones de cómo se presenta el estrés dentro de un ambiente laboral. De la misma forma, permiten que los estudiantes tengan una mayor información y claridad del estrés como un factor de riesgo psicosocial que está permanentemente inmerso dentro del ambiente laboral.

¡Gánele al estrés! de John Romero


Gánele al estrés es un libro de autoayuda escrito en 1993 por John Romero, quien ha sido un profesional que a lo largo de su carrera se ha dedicado a realizar estudios acerca del estrés y de los efectos que éste tiene sobre la vida de los seres humanos. Romero manifiesta que su intención es que la gente pueda vivir sin tener problemas y acosos provocados por el estrés y, para ello, propone una serie de ejercicios físicos al final de su libro, con el fin de que el lector los practique y pueda manejar el estrés. Pero en sí, su objetivo es hacer un esbozo de todas las características fundamentales del estrés.

En el primer capítulo, el autor brinda una clara definición del estrés. Dice que “el estrés es la respuesta del cuerpo a toda exigencia o presión, son las fuerzas que afectan el equilibrio de una persona”. Además, hace una aclaración entre el estrés benigno y el nocivo enunciando que “el estrés benigno es la presión que nos ayuda a enfrentar y superar situaciones desagradables o dolorosas, haciendo que la vida valga la pena; mientras que “el estrés nocivo es el que produce problemas que se manifiestan en forma de enfermedades, como un exceso de tensión física o mental sobre el cuerpo que causa problemas físicos o mentales”. De igual forma, enuncia algo muy importante: “el estrés puede ser controlado por medios pasivos o medios activos”. Los medios pasivos son aquellos que alteran la conciencia y permiten un desahogo temporal del estrés, e incluso podrían ocasionar más estrés del que se tiene, como por ejemplo el alcohol, las drogas, el cigarrillo y la negación. Mientras que los métodos activos implican el aprender a reconocer y resolver los problemas, tomando un enfoque positivo que permita enfrentar mejor una situación.

El segundo capítulo del libro menciona las diferentes reacciones que un ser humano tiene frente al estrés: positivas o negativas, externas o internas, emocionales o físicas. Aquí, uno se da cuenta si realmente está sufriendo de un estrés crónico, haciendo un paralelo con las reacciones que tenemos frente a los hechos que nos suceden a diario. Como complemento de esto, el autor dice que debemos tomar conciencia de nuestros propios sucesos estresantes, porque aunque es imposible vivir sin estrés, se puede al menos prevenirlo y reducir su impacto cuando éste es inevitable.

En los capítulos tercero y cuarto, el autor propone las diferentes causas del estrés, y la manera de aprender a reconocerlo. Como seres humanos tenemos demasiadas responsabilidades con nosotros mismos, con los demás, con nuestra familia, con nuestros amigos, en nuestro trabajo, en nuestro estudio, hasta en las situaciones en que nos divertimos como salir a rumbear, irse de vacaciones o descansar en la casa. El hecho de pensar en cumplir todas y cada una de estas cosas, genera en nosotros altos niveles de ansiedad, nerviosismo, inseguridad y mucha incertidumbre. Es una presión constante de la que no podemos escapar y a la que tenemos que responder. Es en nuestro diario vivir donde tenemos que reconocer las situaciones que nos estresan.

Sin embargo, debemos aprender cómo controlar el estrés: ya sea el nuestro o el de los demás. Entre las estrategias que el autor plantea para llevar un óptimo control de las situaciones estresantes son la confianza en sí mismo, la responsabilidad y la seguridad. Debemos de confiar en nuestras capacidades y habilidades y ser conscientes de que no tenemos el mundo en nuestras manos, pero que sí somos capaces de hacer muchas cosas y de poder salir adelante, pero esto hay que hacerlo con responsabilidad y dedicación tratando de satisfacer primero nuestras prioridades y luego las actividades secundarias. Por último, no hay que hacerse amigos de la inseguridad y debemos es estar seguro de lo que hacemos y de lo que podemos lograr.

En sí, Romero ofrece una ayuda a muchas personas que están agobiadas por el estrés que están sufriendo, y lo hace de una manera muy práctica, pero haciendo un análisis muy completo de este factor de riesgo psicosocial al que estamos expuestos como seres humanos y del cual no podemos librarnos.

Análisis del estrés

Este es un capítulo de "El libro de la medicina familiar" publicado por el periódico El Tiempo, en el año 2006. La idea básica de esta obra es ilustrar ampliamente a los lectores sobre los distintos tipos de enfermedades y su tratamiento, sin pretender, en ningún caso, sustituir la consulta directa al médico o a la EPS de confianza. En la introducción al libro, los autores dicen que parten del hecho indiscutible de que una de las claves para disfrutar la vida plenamente es mantener una excelente salud; no obstante, en algunas ocasiones enfermamos y necesitamos pronto de orientación clara y precisa para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Por tal motivo, "El libro de la medicina familiar" nos proporciona en este sentido la información esencial que todos necesitamos conocer. Sin embargo, en el capítulo mencionado, se hace un análisis de todo lo relacionado con el estrés desde un punto de vista médico y de una forma muy sintética. A continuación, veremos unas de las ideas más relevantes de este capítulo.


El estrés es energía generada por el cambio, puede variar entre algo insignificante o un hecho principal de la vida. Cualquier cosa puede producir estrés. Mientras más eventos nos sucedan en un período determinado, más probable será que reaccionemos con estrés físico o emocional. Des esta manera, el estrés genera efectos físicos en nuestro cuerpo, preparándolo para pelear o huir. Si estamos en un constante estado de temor, estaremos en un constante estado de estrés. Esto nos puede enfermar.


La exposición continua al estrés (temor) a menudo provoca enfermedades relacionadas, como la depresión, los dolores de cabeza, la dispepsia, las palpitaciones y los dolores musculares. El estrés de la vida moderna no va a desaparecer, así que nuestra única esperanza es cambiar nuestra actitud. En otras palabras, debemos manejar el estrés o, mejor aún, aprovecharlo y usar su energía. Pero para esto, debe precisar la fuente del estrés preguntándose si hay factores físicos o emocionales que lo afecten: fumar, beber en exceso, sedentarismo, cambios, problemas, dificultades.


El secreto de manejar el estrés se parece a manejar a un niño que tiene berrinche. Tome el control y use tácticas de distracción. Entonces el estrés será lo que debería ser: una breve reacción repentina de una situación amenazante y no un estado prolongado.


Para finalizar, podemos decir que el propósito de este libro, especialmente de este capítulo, es el de establecer las principales causas y los principales efectos del estrés, desde un punto de vista medicinal. Lo que el autor se propone es informar a toda la comunidad para promover familias sanas.